CUIDADOS SIN FARMACOS EN NIÑOS FEBRILES


Los autores son de la opinión de que la fiebre se debe controlar sin fármacos, y la salud en general también. Creemos que la solución a las viriasis sigue estando en manos de nuestro sistema inmunitario y su poder que está en función de nuestro estado interno, más o menos tóxico.
Reforzar las defensas es lo mejor que podemos hacer para enfrentarnos a su invasión o multiplicación con garantías, y ello se consigue retirando las sustancias tóxicas internas sobre los que éstos se asientan.
Pretendemos demostrar esto de un modo práctico, mediante la explicación y puesta en práctica de ciertas técnicas de salud natural que relatamos en el libro. Son una pequeña recopilación de aplicaciones hidroterapeuticas imperecederas, que no están basadas sobre fórmulas químicas y que han demostrado en cambio su notable eficacia para controlar y manejar la fiebre de cara a cumplir su fin último que es devolvernos la salud.
Encauzar y controlar son los términos que más bien deberíamos emplear ante la presencia de la fiebre. Hay que encauzar la fiebre para derivarla a la piel y sacarla así al exterior para que no dañe y sí, en cambio, nos purifique. La fiebre forma parte de ese comportamiento correcto del organismo para combatir el estado de acidez o toxemia que permite proliferar a los gérmenes, preexistentes en todo momento y lugar. Da igual lo que nosotros pensemos de ella, o el miedo que le tengamos a su manifestación. La fiebre es una crisis curativa, y hay que saber manejarla de acuerdo a su función natural.
Los ciudadanos tampoco hemos sido suficientemente advertidos del peligro del abuso de fármacos como el tan extendido Paracetamol y el Ibuprofeno, porque el negocio se protege a sí mismo. Abusar de estas drogas legales en la infancia puede ser muy nocivo para la salud y para el estado del hígado del niño. ¡La fiebre es defensa orgánica no un ataque! Sólo hay que saber canalizarla, para que la fiebre esté siempre a nuestro servicio, pues no hay mecanismo orgánico más eficaz para la curación.
Con este libro único, vamos a aprender a manejar la fiebre muy sencillamente, con varias técnicas de hidroterapia, de tal modo que ésta no sea perjudicial y cumpla aún mejor con su función natural. Gracias a nuestra ayuda al organismo, acortaremos el tiempo de curación del mismo, y haremos más cómodo todo el proceso febril para el niño. Aprenderemos a eliminar el exceso de temperatura producido por el cuerpo en su reacción defensiva, para que no se lesione ningún órgano del niño por la temperatura ni convulsione. Vamos favorecer de una vez a la naturaleza, en vez de contrariarla con fármacos.